El Informe Fintech 2017 elaborado por PwC revela que el 45% de las entidades financieras ya tiene acuerdos con compañías FinTech y el 82% espera que estos aumenten en los próximos tres a cinco años. Las nuevas empresas tecnofinancieras que ha entrado el el sector financiero podrían estar poniendo en riesgo hasta un 24% de los ingresos de las entidades tradicionales.
La banca comercial es la que más intensamente se ha puesto a trabajar en esta dirección. Los bancos estiman que los créditos personales (64%) y la financiación a particulares (50%) son las actividades más amenazadas por la FinTech. Pero no solo se trata de una estrategia defensiva: el 63% de los directivos de la banca ven en la vinculación con estos nuevos competidores una gran oportunidad para expandir su cartera de productos y servicios. Según el informe, la banca espera que sus inversiones en el ámbito FinTech tengan ROI –en inglés, return on investment– del 20%. Competencia y colaboración, dos tipos de estrategias que pueden marcar el éxito o el fracaso de los bancos en un futuro no muy lejano. La clave pasa por realmente aportar valor a los usuarios financieros, cosa que no ocurre en estos momentos en muchos casos. El más reciente, la ampliación de capital del Banco Popular que ha arruinado a miles de pequeños accionistas.
El estudio de PwC refleja que a la hora de poner a trabajar juntas a entidades tradicionales y FinTechs, no todo es un camino de rosas y suelen surgir una serie de obstáculos que hay que tener en cuenta. Desde el punto de vista de las entidades tradicionales, la cuestiones relacionadas con la ciberseguridad (58%), con la incertidumbre regulatoria (54%) y con las diferencias en el modelo de gestión y la cultura corporativa (40%) son las que más preocupan. A estas barreras las FinTech añaden una más: la diferencias en los modelos de negocio. Los bancos tienen un modelo de negocio y una cultura corporativa que no encaja con los nuevos profesionales tecnofinancieros. La creatividad, la tecnología aplicada a mejorar la la experiencia del usuario financiero y, sobretodo, poner de verdad al cliente por delante de cualquier otro interés son algunas de las claves de un sector fintech de éxito. Los bancos, desgraciadamente, están aún muy lejos de este tipo de forma de trabajar. Y las dificultades pueden llegar a ser insalvables: si los bancos acaban parasitando la fintech, desaparece la fintech y solo queda el mismo banco con más tecnología que no sabe o no quiere usar bien.
Según los propios bancos, las fintech ya están quitándoles negocio en algunas de las siguientes áreas:
Si hay algo en lo que coinciden tanto las entidades tradicionales y como las no tradicionales a la hora innovar es en la barrera que, en muchas ocasiones, supone la regulación. Sobre todo, en lo relativo al almacenamiento y protección de datos y a la autentificación de las identidades digitales. El informe estima que las exigencias regulatorias a las que se enfrentan diariamente los grandes bancos mundiales les cuesta más de 4.000 millones de dólares al año.
Si queremos predecir qué operador va a ser más disruptivo en el mercado financiero, la siguiente imagen nos da una idea muy reveladora:
Bancos y Fintech. Ganará el que realmente aporte valor a los usuarios financieros. Ni más, ni menos. Y Enfintech estaremos atentos para comparar y analizar las fintech que tengan éxito en mejorar la relación de las personas con los productos y servicios financieros.
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