La comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso de los Diputados del Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos (consultar aquí) deja un panorama económico desolador para España para 2020. Una caída del PIB español tan dramática que el propio Gobernador señala: «…se registrarán previsiblemente los retrocesos del PIB más abultados desde la Segunda Guerra Mundial en el del conjunto de las economías avanzadas y desde la Guerra Civil en el caso de España«.
Veamos algunos puntos que consideramos destacables de una comparecencia que recomendamos leer con atención a todos los interesados en tener un punto de vista privilegiado de lo que nos depara el futuro y, con ello, tomar las decisiones pertinentes para sobrevivir y volver con más fuerza económica.
Datos que nos puede deparar el futuro
Analicemos primero algunas cifras, magnitudes y tendencias que el Gobernador del Banco de España ha explicado que nos pueden dar una idea de a qué escenario económico nos vamos a enfrentar en los próximos meses.
Datos ciertos: primer trimestre de 2020
Los datos del primer trimestre de 2020 nos sirven de guía para predecir los próximos meses, Así nos dice el Gobernador que China tuvo un retroceso del PIB del 10% intertrimestral. EE.UU. presenta una caída intertrimestral del 1,2% y para el área del euro, se estima un retroceso del PIB del 3,8 % en el primer trimestre. El dato de China es el más revelador, al ser el primer país en experimentar los efectos del Covid-19.
Para España la estimación preliminar del INE señala una caída del PIB del 5,2% en el primer trimestre de 2020, a pesar de que el confinamiento afectó solamente a las dos últimas semanas. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de la caída de la producción de bienes y servicios en España, esta reducción del PIB duplica el observado entre enero y marzo de 2009, en el peor momento de la crisis financiera global.
Empleo y paro
Las cifras de afiliación a la Seguridad Social arrojan una disminución del número de ocupados de casi 950.000 personas entre mediados de marzo y el 30 de abril (ver datos del INE de abril de 2020). Si el número en bruto ya nos permite hacernos una idea de la debacle, si lo ponemos al lado de alza de casi 160.000 personas en las afiliaciones a la Seguridad Social que se registró en el mismo período de 2019, se aprecia aún mejor. A eso hay que añadir los casi 3,4 millones de afectados por ERTEs, siendo el colectivo de empleados del sector de hostelería en España el más afectado, con un 60% de empleos paralizados temporalmente (la media del total de empleados en ERTE a cierre de abril era del 18,35% del total de afiliados). Y a la ristra de datos preocupantes en el empleo hay que añadir los 1,3 millones de trabajadores autónomos que han solicitado la prestación por cese de actividad.
El incierto segundo trimestre de 2020
Si bien el Gobernador admite de que aún «No se dispone aún de indicadores sobre el segundo trimestre del año, más allá de algunos de naturaleza cualitativa, por lo que resulta prematuro avanzar cuál será el retroceso del PIB en ese período. De todas maneras, dado que el número de semanas a las que afecta el cierre de actividad es muy superior al del primer trimestre, cabe esperar una aceleración significativa de la caída del PIB«. En los dos escenarios de referencia que el Banco de España publicó el pasado 20 de abril, las caídas anticipadas del PIB en el segundo trimestre se situaban en alrededor del 15 % y el 20 %, respectivamente.
España, en peor posición
La situación española para enfrentar la crisis y la posterior recuperación económica es peor que muchos de los socios europeos por tres razones, a criterio del Banco de España:
Especialización sectorial de nuestro tejido productivo, con un peso muy relevante del sector turístico. Señala en la comparecencia el Gobernador del Banco de España que «… las ramas de actividad más afectadas por la pandemia representan, en el caso español, alrededor del 25% del PIB, e incluyen la hostelería, el transporte y el comercio minorista, por las limitaciones al movimiento de las personas y la suspensión de su actividad, así como otras, como la industria automovilística, por el parón de la demanda y la interrupción de las cadenas globales de suministro. «
Reducido tamaño medio de las empresas:
«España se caracteriza por un peso de las pymes comparativamente más elevado que en la mayoría de las economías del área del euro. En concreto, en 2019 el 90 % de las empresas tenían menos de diez trabajadores (frente al 75 % de Alemania). El reducido tamaño medio de las sociedades no financieras sitúa al tejido productivo español en una posición de mayor vulnerabilidad frente a la pérdida de ingresos como consecuencia de la crisis del Covid-19, dado que, con carácter general, las pymes cuentan con un menor acceso a la financiación externa y unos costes fijos más elevados en proporción de la facturación.«
Elevado grado de temporalidad en el empleo:
Señala el Gobernador las disfunciones de un mercado laboral español con una tasa de temporalidad más elevada que nuestros vecinos. Literalmente:
«…el peso de estos trabajadores en la caída de la afiliación entre marzo y abril habría sido de, aproximadamente, unas tres cuartas partes del total, proporción similar a la de la crisis financiera. Este hecho es, en primer lugar, profundamente injusto, porque supone que, a diferencia de los trabajadores fijos, los temporales apenas pueden contar con protección alguna una vez que expira su contrato, salvo que se articulen medidas excepcionales que igualen esta protección. Más allá de consideraciones de equidad, la alta temporalidad de nuestro mercado de trabajo introduce una elevada prociclicidad del empleo, que tiende a exacerbar la profundidad de las recesiones, además de generar efectos negativos sobre la productividad…«
Un panorama desolador que nos tiene que hacer remar a todos en la misma dirección: recuperar la economía, sin replicar los mismos errores que no se recondujeron tras la crisis de 2008.
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