China ha dado un golpe sobre la mesa al convertirse en la primera gran economía en contar con una moneda digital oficial para que compita con el todopoderoso Bitcoin. El Criptoyuan.

Según fuentes oficiales, el banco central chino ya está «acuñando» esta moneda digital, por raro que suene, al menos de momento, este concepto. Aunque ya está en funcionamiento, se espera que la presentación oficial de la misma sea el año que viene, aprovechando los Juegos Olímpicos de Pekín 2022.

Una de las principales diferencias entre el criptoyuan y el bitcoin es que el primero no gozará del anonimato del segundo, ya que el gobierno chino empleará múltiples sistemas para monitorear el recorrido de esta moneda y así evitar actividades fraudulentas o que antes no se declaraban para evitar, como mínimo, pasar por el fisco. Tal y cómo era de esperar, el criptoyuan está vinculado al número de teléfono del usuario, lo que permite realizar las operaciones mediante una aplicación, al igual que sucede con otras monedas digitales o criptodivisas.

Criptoyuan: una criptomoneda de curso legal

En cuanto a la aceptación de la moneda, parece que cuenta con el éxito garantizado de partida, y no únicamente por el hecho de que esta nueva moneda digital sí esté respaldada por un gobierno como el chino sino por que además, las principales plataformas de comercio electrónico de ese país ya se han mostrado totalmente dispuestas a aceptar su uso. Habrá que ver si la instauración de esta moneda en China acaparará todas las transacciones de moneda digital o si el Bitcoin seguirá operando en el país asiático al margen del criptoyuan, aunque tal vez con menos peso específico. Tiempo al tiempo.

Está claro que la pretensión del gobierno chino con la adopción de esta moneda digital es la de poner freno al auge de las transacciones en Bitcoins y que quedan fuera del control de las respectivas autoridades financieras del país. Otra cosa es que el gobierno chino lo consiga, pero de momento ha sido el primero en coger el toro por los cuernos y ofrecer esta moneda digital totalmente respaldada como alternativa al Bitcoin que como ya sabemos, opera al margen de los bancos centrales.

El Euro Digital

Un proyecto parecido es el que tiene el Banco Central Europeo, que con Christine Lagarde al frente, quiere lanzar la divisa digital para la eurozona lo antes posible. La previsión es que antes de cuatro años podamos tener noticias de esta nueva moneda que al igual que sucede con el criptoyuan, no es sino un intento de luchar contra la opacidad que ofrece el Bitcoin y que tan profusamente ha calado entre los usuarios de las criptomonedas. Esta nueva moneda no sustituirá el dinero físico, que al menos de momento y según Lagarde, seguirá emitiéndose.

De hecho, Lagarde no considera al Bitcoin una moneda digital al carecer del respaldo ni la estabilidad para ello, y lo califica como un «criptoactivo que se explota de diferentes maneras».

Temores de EE.UU.

Volviendo al yuan digital, parece ser que la nueva administración del presidente americano Joe Biden está estudiando las repercusiones que tendrá en la economía de EEUU la implantación de esta moneda digital china.

Funcionarios del Departamento de Estado, del Departamento del Tesoro, del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional del país americano estarían evaluando dichas repercusiones y sobre todo, analizando si el uso de esta nueva moneda por parte del gobierno chino podría usarse para sortear las sanciones que pueda haber de EEUU y por otra parte, si a medio plazo podría verse amenazada la hegemonía del dólar como moneda internacional, cosa que obviamente, no hace ninguna gracia al país norteamericano (leer noticia al respecto en Bloomerg).