Smart Social cumple 1 año from Andres Llorente on Vimeo.
Gracias a la tecnología aplicada a las inversiones bursátiles, los pequeños inversores tienen a su alcance vehículos y herramientas de inversión fintech a los que hasta hace poco únicamente podían acceder grandes patrimonios.
Las modalidades de operativa automatizada son muy variadas, tanto en activos en los que opera, plazos, formas de elegirlos, riesgos u objetivos de rentabilidad. A continuación se mostrarán tres ejemplos, que a pesar de ser muy diferentes tienen un punto en común: se han gestado y operan como fintech.
Accurate Quant
Se trata de una plataforma que permite a los inversores acceder a unos sistemas automáticos basados en algoritmos matemáticos, es decir es un Quant-Advisor.
A diferencia de muchos otros desarrolladores de Sistemas Automáticos de Trading, éste se ha constituido como EAFI, lo que ofrece una alta seguridad legal al inversor: El control a este tipo de empresas le obligará a conocer a su cliente y asesorarle en base a sus condiciones personales, sin ser un simple «escaparate» con una serie de sistemas que el cliente pueda contratar o alquilar.
De hecho, a partir de 10.000 euros elaboran un sistema de trading adaptado al cliente, algo que tradicionalmente era imposible, ni siquiera imaginarlo, para minoristas. Estos sistemas pueden ser muy variados, invirtiendo en acciones, renta fija, materias primas o divisas. Esta diversificación junto al control de riesgos que incluyen, pretende ofrecer resultados sean positivos en cualquier momento, independientemente del comportamiento de mercado.
Como EAFI, Accurate no puede gestionar directamente el patrimonio de sus clientes, únicamente los puede asesorar. De esta forma, es el usuario el que elige una estrategia y un importe, y a través de una cuenta abierta en un broker (independiente a la EAFI) el sistema le va generando operaciones sin intervención humana.
Finizens
Es la marca comercial de Axon Wealth Advisory Digital AV, es decir es una agencia de valores autorizada por la CNMV.
Ofrecen una gestión automatizada, sin mínimo inicial, en función de una selección de fondos de inversión pasivos que replican índices de referencia como puede ser el Ibex 35 (agrupa las 35 compañías más relevantes de la bolsa española) o el Nasdaq 100 (hace lo propio con las 100 tecnológicas norteamericanas). Es decir, es un Robo-Advisor.
Su política de inversión se basa en tres pilares:
- Aseguran que los fondos de gestión pasiva vencen a los de gestión activa, en los que un gestor toma decisiones que pueden generar una pérdida o un beneficio adicional a cómo se comporta el mercado. Uno de los motivos con los que lo argumentan son las comisiones de gestión que se descuentan de la rentabilidad del fondo y que son significativamente superiores en los segundos.
- Las aportaciones periódicas a un sistema de inversión da mejores resultados que intentar elegir el momento óptimo.
- Un rebalanceo de la cartera supone adaptar la cartera al mercado, por lo tanto, permite una rentabilidad extra, que al estar automatizado no genera ninguna intervención humana.
Siendo una agencia de valores, sí puede gestionar los activos directamente, por lo tanto el cliente no deberá hacer nada, simplemente abrir la cuenta a su nombre e ingresar el dinero, algo que por otra parte se puede realizar 100% online.
Smart Social Sicav
Es el resultado del proyecto «Incubadora de gestores» nacido de la comunidad de inversores Finect (su nombre en ese momento era Unience).
Al estar la gestión de patrimonios totalmente regulada en España, en esta plataforma detectaron la existencia traders con resultados recurrentes muy positivos que estaban desaprovechados: legalmente ni siquiera podrían realizar operaciones para sus amigos o familiares.
Este proyecto de varios años pretendía ponerlos en valor intentando descubrir al mejor, siendo el ganador Antoni Fernández, trader muy conocido en el mundo del análisis cuantitativo por ser el propietario de Bolsa.com. El premio fue su nombramiento como gestor de una Sicav, a la que, al mismo tiempo, le buscaban compromisos de aportaciones iniciales entre los usuarios de Unience. El resultado muy bueno: las SICAVs requieren un mínimo de patrimonio de 2,4 millones de euros y un número de accionistas de 100 y consiguieron más de 6 millones y casi 600 accionistas fundacionales.
La gestión de esta Institución de Inversión Colectiva se basa en una libre elección de activos, pudiendo invertir de un 0 a un 100% en renta variable, incluso abriendo posiciones cortas mediante futuros no solo para cubrirse sino también para aprovecharse de tendencias bajistas. Y como no podía ser de otra manera una parte de ésta se desarrolla en base a sistemas automáticos. Su objetivo de rentabilidad se sitúa entre el 10 y el 15% independientemente de lo que hagan las bolsas.
Cualquier persona, sin mínimo alguno, puede invertir en esta SICAV a través de una cuenta de valores. Al cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) se compran y se venden acciones de forma idéntica al que lo hacen con cualquier cotizada española, sin problema alguno de liquidez ya que la ley les obliga.
Sistemas automáticos de trading, gestión de fondos de inversión pasivos y participación en una Institución de Inversión Colectiva, tres formas distintas de invertir con fintech, pero todas ellas al alcance de pequeños inversores que ya pueden hacerlo como si de grandes patrimonios se tratase.