Lo que conocemos todos como hipoteca no es otra cosa que un préstamo con la característica especial que le da su nombre, el tener una “garantía hipotecaria”: es decir, que en caso de impago puede forzarse la subasta del inmueble para cobrarse la deuda (garantía real), además de responder con el resto de patrimonio presente y futuro (garantía personal).
La finalidad básica de las hipotecas en España es financiar la compra de una vivienda.
Cuantía: es uno de los puntos principales a tener en cuenta a la hora de solicitar una hipoteca para comprar un inmueble, el importe máximo que se puede financiar. Muchos desearían que alcanzara el 100% del valor del inmueble, pero, para garantizar que el precio de la vivienda sea suficiente para devolver la deuda en caso de problemas el importe que se entrega es generalmente bastante menor, no superior a un 80%.
Una hipoteca para comprar un inmueble fintech también pondrá estos límites para proteger su viabilidad y de los que invierten en estas empresas, pero lo hará de una forma más flexible, adaptando este porcentaje al valor real de la vivienda, con tasaciones online y transparencia en sus límites.
Plazo: factor clave junto con la cuantía, ya que la combinación de las dos nos dará como resultado la cuota a pagar mes a mes. En una hipoteca para financiar la compra de una vivienda esta cuota debe poderse pagar sin problemas, no siendo recomendable fijar una mensualidad demasiado alta (rebajando el plazo de amortización demasiado), pero tampoco tan baja como para alargar de más el pago y abonar demasiados intereses.
En este punto también la hipoteca fintech puede ofrecer todo su potencial a la hora de flexibilizar y adecuar plazo y cuota a las posibilidades de cada uno de nosotros, permitiendo plazos y cuotas más bajas cuando el cliente tenga más dificultades de pago y lo contrario, cuando tenga la posibilidad de amortizar más rápido y en menos tiempo, poder hacerlo. La hipoteca deja de ser algo rígido que pueda suponer un lastre para el consumidor, convirtiéndose en un producto que se adapta a tus necesidades en cada momento.
El tipos de interés: aunque en los últimos años se hayan disminuido y clarificado los tipos de referencia de las hipotecas, son bastantes los que han pagado de más en sus hipotecas, ya sea porque las referencias han sido muy favorables para la entidad financiera como índices ya no usados como el CECA o el IRPH de bancos o de cajas, o porque ponían límites que también les beneficiaban como redondeos al alza o cláusulas suelo.
En una hipoteca para vivienda fintech el coste será claro, transparente, sabrás lo que pagas o si eliges una hipoteca variable beneficiarte de las posibles bajadas de tipo. Las cláusulas abusivas no tienen cabida en una hipoteca fintech para la compra de una vivienda.
Comisiones: de gran importancia en un producto de importe tan elevado como es la hipoteca para comprar un inmueble. Y lo son tanto en las clásicas comisiones de apertura como en las de cancelación (compensación por desistimiento parcial o total) y compensación por riesgo de tipo de interés (aplicable a las hipotecas a tipo fijo o mixtas), que, aunque limitadas en su porcentaje máximo por Ley, pueden condicionar cualquier cambio.
Una hipoteca fintech también se acomoda a tus necesidades con respecto a las comisiones, disminuyendo las de apertura de la operación y también las de cancelación, permitiendo que adelantes pagos o canceles la misma con mayor facilidad. Como norma general, las hipotecas fintech para comprar un inmueble no tendrás comisiones: el coste financiero será esencialmente el tipo de interés.