Es perfectamente legal que un particular conceda un préstamo a otro particular, pactando las comisiones e intereses correspondientes. En cuanto a la necesidad de aportar un avalista, dependerá de la negociación entre partes. Un avalista responde de la devolución del dinero pactado con todo su patrimonio, presente y futuro. Para el particular que deja el dinero (prestamista), es una garantía personal de que si el prestatario (al que ha dejado el dinero) no paga, podrá cobrar del avalista.
Hay otra modalidad de préstamos entre particulares, los préstamos crowdfunding o crowdlending entre particulares. Esta modalidad de préstamo fintech supone que muchos prestamistas particulares prestan a un prestatario, a cambio de comisiones e intereses pactados. La plataforma fintech que se encarga de ponerlos en contacto y gestionar el préstamo es la compañía de crowdlending, plataforma de financiación participativa que ha de estar dada de alta en este registro público de la CNMV. Este tipo de tecnofinanciación no exige avalistas ni la contratación de producto vinculados, como cuentas corrientes, tarjetas o seguros.