Sabéis cómo se aprueban las hipotecas fintech? hay personas o programas, que deciden si conceden o deniegan las hipotecas?
Los medios de comunicación en España ya empiezan a avisar de que el un futuro próximo (no muy alejado del 2020) los algoritmos serán los encargados de aprobar o denegar un hipoteca. Evidentemente el papel de los humanos no desaparecerá inmediatamente, pero irá suponiendo una intervención en el sistema cada vez más residual. Los bancos actualmente conceden o deniegan hipotecas con un sistema muy similar al de hace una década: el personal del banco solicita al cliente copia de la documentación económica que considera, analiza los documentos y los introduce en el sistema informática del banco. Un programa informático que valora las diferentes características del solicitante en base a los parámetros que los directivos han considerado, aprueba, deniega o deja en estudio la hipoteca.
Este sistema ha demostrado no funcionar bien si la economía empeora, cosa que a décadas vista siempre acaba ocurriendo. Por otro lado, al ser humanos los que deciden los parámetros del scoring, además de introducir los datos, los factores subjetivos se imponen.
Un algoritmo de análisis de riesgo efectivo lo que hará es estudiar los datos económicos de todos los clientes del banco, su actividad general y toda la información que llegue a su base de datos para decidir los factores a tener en cuenta en el scoring y cuando denegar o aprobar un préstamo hipotecario fintech. Bancos como Google, por ejemplo, serán capaces de aprobar o denegar hipotecas en unos años sin que un humano intervenga en el proceso. Solicitará acceso a nuestras cuentas y operativa de productos financieros (como tarjetas u operaciones en mercados financieros), analizará nuestro comportamiento en redes, nos pedirá los documentos e información económica que considere y decidirá si vamos a poder pagar la hipoteca. La hipoteca Google será mucho más inteligente que las hipotecas de hoy en día. O al menos aprenderá de sus errores, cosa que los responsables humanos de la banca española actual parece que no tienen demasiada tendencia a hacer.
Decidir qué hipotecas se aprobaban o que préstamos se denegaban no ha sido precisamente el gran éxito de las cajas de ahorro, bancos y entidades de crédito. Al menos si tenemos en cuenta los estragos que la crisis financiera han provocado en los hipotecados y en sus propios balances. O cuando el Euríbor estuvo muy alto y muchos clientes impagaban las cuotas por no poder hacerles frente, pese a seguir trabajando como siempre. Los banqueros no tienen incentivos en conceder hipotecas responsables por varios motivos: en dinero no suele ser suyo ni de su familia, ya que a lo sumo son pequeños accionistas que controlan la empresa. Buscan ganar dinero a corto plazo, sin una visión clara del largo plazo. Al querer ofrecer grandes rentabilidades a sus accionistas y bonus a sus directivos, arriesgan mucho más de lo que la prudencia empresarial recomendaría; a fin de cuentas, si las cosas vienen mal dadas y su banco tiene problemas económicos, han aprendido que el Papá Estado acude a su rescate. Al menos hasta la fecha, veremos como actúa la UE con el Banco Popular.
Las hipotecas fintech espero y deseo que no se construyan con algoritmos diseñados por malos banqueros, sino por buenos empresarios. Desde luego prometen hacerlo mejor los profesionales de Google que los de cualquier banco español que uno quiere elegir. La clave de la Inteligencia Artificial aplicada a la evaluación de riesgo es que se diseñe para buscar que las hipotecas concedidas tengan poca morosidad y que se instrumenten mecanismos automáticos para evitar impagos involuntarios, con carencias, bonificación temporal de intereses, ampliaciones de plazo y otros sistemas que reducen temporalmente las cuotas que paga un hipotecado. Las hipotecas fintech, desde mi punto de vista, serán mucho más inteligentes que los préstamos hipotecarios actuales. Pero igual de importante es que sean más «humanas» que las hipotecas actuales concedidas por humanos; es decir, que los algoritmos tengan más humanidad que los malos banqueros. Lo verán nuestros ojos. O al menos eso espero, cuando el algoritmo aprenda y se desprenda de la tutela de humanos esclavos de sus ambiciones y bajezas.
La tecnología puede hacer mucho bien en el mercado hipotecario, siempre que venga acompañado de cambios en la industria, mejores regulaciones y una mejora de la educación financiera del ciudadano. A fin de cuentas, deberíamos ser los primeros capaces de auto-aprobarnos o denegarnos el préstamo.