El poder social de las finanzas que desbancará a la banca tradicional.
El 30 de diciembre de 2016 Facebook dio el primer gran paso para ofrecer servicios financieros en España. En concreto, desde esta fecha figura en el Registro Oficial de entidades del Banco de España la entidad Facebook Payments International Limited, después de conseguir la licencia del Banco Central de Irlanda que le permite operar dentro de la Unión Europea como entidad de dinero electrónico. Ya puede participar en un segmento de negocio con gran crecimiento y en el que están entrando muchos nuevos operadores, el envío de dinero entre usuarios. En este caso lo hará apoyándose en Facebook Messenger, pero teniendo en cuenta la integración con Whatsapp, el potencial es enorme. Podemos encontrarnos con la mayor base de clientes a nivel global con tan sólo adaptar una herramienta que casi todos llevamos en nuestros smartphones.
Las transferencias de fondos o pagos mediante dispositivos de telecomunicaciones, digitales o informáticos es sólo la punta del iceberg del potencial de Facebook como entidad financiera. En 2012, en colaboración con el banco australiano Commonwealth Bank, puso en marcha una aplicación para realizar pagos a través de la red social. Más adelante llegó a otro tipo de acuerdos con entidades como ASB Bank (Nueva Zelanda) o ICICI Bank (India) para dar acceso directo a sus servicios de banca online.
El potencial de Facebook Bank como entidad financiera
Nadie pone en duda la importancia que tienen hoy las redes sociales en la relación que tienen los usuarios con Internet. Facebook, con más de 1.600 millones de usuarios, sigue siendo la reina indiscutible, aunque otras muchas le siguen sus pasos, ya sea como redes sociales globales o más especializadas en algún segmento de población.
Con este potencial –cerca del 70% de los usuarios de Internet usa Facebook- el resultado es que veremos diferentes formas en las que aprovechar su fuerza para todo tipo de negocio, especialmente el financiero. La interacción de medios sociales y servicios financieros se produce de diferentes maneras. La más sencilla, es utilizarlo como un medio de comunicación bidireccional entre cliente y entidad, algo que ya hemos visto aplicado en muchas de las entidades. El siguiente paso fue utilizar su potencial para crear plataformas independientes frutos de acuerdos propios, como el que hemos comentado realizó hace más de dos años el banco Commonwealth Bank de Australia y Facebook para crear la aplicación “kaching” que permitía realizar pagos a terceros y amigos de Facebook, con su propio sistema de autenticación similar a los pagos seguros de cualquier aplicación de banca online y móvil. Estas experiencias piloto han llevado a la situación actual, que ya sea una entidad registrada para realizar transacciones monetarias entre usuarios, algo que tocamos ya con las manos en Europa. El Banco Google ya está aquí.
Pero el tercer paso es el más interesante: Usar la información que se proporciona de forma abierta para la contratación de productos, desde cuentas, inversiones y hasta préstamos o hipotecas Facebook. El nuevo banco Facebook domina el conocimiento del usuario, de sus gustos, pero también una mejor valoración del riesgo. Por ejemplo, otra empresa, Loyal 3, permite a los usuarios de Facebook comprar acciones de empresas que “les gusta” y que comparten en la red social.
Dinero privado de Facebook: Libra
Si bien el proyecto de criptomoneda que anunció Facebook a mediados de 2019 se enfrentó al ataque frontal de las autoridades monetarias de muchos países, no es menos cierto que es el primer paso para un nuevo paradigma en materia de economía monetaria: que un gigante tecnológico sea capaz de ofrecer de forma masiva una criptomoneda privada, fuera del control de los bancos centrales del mundo.
Red social para todo
Si las redes sociales se hacen con un pedazo de la tarta de los medios de pagos a costa de sistemas más tradicionales como las tarjetas, gestionando mejor los problemas de seguridad y con costes menores en comisiones que mermaría los ingresos de la banca tradicional, el potencial para asumir más funciones bancarias será cada vez mayor.
Por ejemplo, a la hora de conseguir financiación el potencial como herramienta de crowdfunding es enorme. Se pueden dar a conocer proyectos, canalizar aportaciones y hacer seguimiento del proyecto. Pero también las ventajas son claras a la hora de, por ejemplo, ofrecer soluciones más complejas de inversión apoyadas en opiniones y datos de otros usuarios. En definitiva, un vuelco al sistema financiero entre particulares tal y como lo conocemos ahora.
Banco Facebook: una nueva relación del usuario con sus servicios financiero, mucho más social. El banco no manda, es una herramienta en manos del consumidor financiero.
