Crowdfunding y business angel

Seguramente muchos relacionan el concepto de Crowdfunding y Business Angel con el gran inversor, aquél mezcla de mecenas, emprendedor e inversor de riesgo que aporta el capital a proyectos empresariales con potencial. El caso de éxito de negocios como Google, Amazon o Starbucks y la figura de empresarios famosos que destinan fondos a plataformas de emprendimiento y proyectos de negocio refuerzan esta idea.

En realidad, un Business Angel podemos serlo todo, tan sólo tenemos que cumplir una serie de premisas:

  1. Tomar sus propias decisiones e invertir nuestro dinero.
  2. Invertir en proyectos cuyos promotores no tengan relación con el inversor, especialmente de parentesco
  3. Aunque no sea la única motivación, se quiere ganar dinero con este proyecto

Todas estas premisas se cumplen de sobra cuando se apuesta por el crowdfunding de proyectos de negocio. No hay límites de cantidad. Lo contrario, primero se adecua mejor a la legislación española que obliga a que el tope máximo de inversión es de 3.000 euros anuales por proyecto y 10.000 euros al año en el conjunto de plataformas para los inversores considerados no acreditados. En segundo lugar, nos ofrece una gran ventaja adicional, poder diversificar nuestra inversión y también, por supuesto, el riesgo.

Diversificar mi inversión de Business Angel gracias al crowdfunding

Ser Business Angel es arriesgado. No invertimos en proyectos consolidados o ya en fase de lanzamiento, lo hacemos en la fase de arranque del proyecto y aunque este sea muy prometedor y esté sustentado en un plan de negocios muy elaborado, no deja de ser expectativa.

Por todo ello, las posibilidades de este tipo de proyectos son muy variadas. Algunos pueden ser un gran éxito, pero otros un rotundo fracaso. Apostar, por ejemplo, los 10.000 euros de tope que nos permite la ley si no somos inversores cualificados por un proyecto, es hacerlo casi al azar. Si acertamos multiplicaremos toda la inversión, si fracasamos podemos perderla. Es mucho más seguro y rentable diversificar, apostar, por ejemplo, en 10 proyectos de 1.000 euros y además hacerlo de forma inteligente, basándonos en los principios clave de la diversificación: No sólo hacerlos en diferentes proyectos, también buscar que los proyectos no estén expuestos a los mismos riesgos, que sean distintos, ya que pueden hacernos perder dinero todas ellas por una misma causa. Por ejemplo, si apostamos por una aplicación móvil de viajes y hay una caída en los gastos de turismo, afectaría a todos los proyectos del mismo sector.

Las plataformas de crowdfunding son perfectas para conseguir nuestro objetivo. No sólo permiten distribuir la inversión con los mínimos que establezca cada una de las plataformas en diferentes proyectos, también nos da la información necesaria de los proyectos, previamente analizada por la plataforma, para tomar las mejores decisiones de diversificación.

Con el crowdfunding conseguimos que muchos inversores inviertan con una cantidad menor y así disminuir el riesgo de cada inversor. Aumentamos la posibilidad de encontrar el proyecto más rentable y permite un mejor acceso del inversor al sector de las startups, aumentando también la cultura de inversión. Crowdfunding y Business Angel, dos realidades que encajan a la perfección.