Cuando las familias y empresas ahorran más de lo normal, es decir, más de la media del mismo trimestre de años anteriores, puede deberse a diferentes causas, si bien la más explicativa sería una aumento de la prudencia, al ahorrar postergando compras o inversiones. Con el confinamiento, se añade una nueva variable explicativa: no se gasta en muchas partidas porque, directamente, no es posible gastar.
Veamos los datos que proporciona el INE sobre las ‘Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales’ del primer trimestre de 2020 y algunas conclusiones sobre los resultados del ahorro de las familias en relación al inicio de la crisis Covid-19.
En los resultados presentados por el INE se empiezan a notar los efectos del confinamiento decretado a partir del 16 de marzo de 2020, si bien los efectos más claros los veremos en la estadística del segundo trimestre.
Ahorro de los hogares
La renta disponible bruta de los hogares en el primer trimestre de 2020 se incrementó en un 1,2%, alcanzando los 176.013 millones de euros. El gasto en consumo final de los hogares, por otra parte, se estima en 172.515 millones de euros (disminuye el 5,2%).
La diferencia entre los ingresos familiares (renta disponible bruta) y los gastos ha sido, por tanto, de 3.498 millones, a lo que el INE reduce en un ajuste de la variación de derechos por pensiones en -455 millones de euros, dejando el ahorro bruto de las familias en 3.043 millones de euros. Si tenemos en cuenta que en el primer trimestre de 2019 la diferencia era de -8.551 millones (de gastos por encima de los ingresos), la variación intertrimestral es extraordinaria (del 135,6%).
Conclusión: el primer trimestre de 2020 ya deja notar los efectos del Covid-19, pero aún de forma atenuada: los ingresos de las familias se incrementan ligeramente un 1,2% respecto al trimestre anterior, ya que el efecto ERTEs, finales de contratos y despidos aún no se reflejaron plenamente (de hecho la partida de sueldos aumentó un 2,4%); en cuanto al gasto, se reduce un 5,2% respecto al primer trimestre de 2019, adelantando lo que previsiblemente nos deparará el próximo trimestre: la gente gastará menos. La pregunta crucial es: ¿gastaremos menos por las dificultades que el Covid-19 nos pone a la hora de consumir o, también, como resultado de nuestro temor al futuro?
Si corregimos el efecto estacional, tenemos el siguiente porcentaje de ahorro sobre la renta disponible de 2009 al primer trimestre de 2020, superando el máximo de la crisis de 2008-2009:
El primer trimestre de 2020 nos lleva a una conclusión clara: las familias gastaron menos y, por tanto, aumentó su capacidad de ahorro. El confinamiento de marzo evidentemente forzó el no gastar, pero aún de forma moderada, ya que afectó solo a medio mes del trimestre. ¿Prudencia, miedo o trabas para gastar? Lo veremos en los próximos trimestres.
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