Una de las cosas más difíciles para el robo advisor o asesor automatizado es conocer al cliente, algo básico a la hora de elegir en su nombre los fondos de inversión donde destinar sus ahorros. Para conseguirlo, el inversor deberá contestar un cuestionario muy similar al test de idoneidad que por la normativa MiFID es obligatorio ante cualquier asesoramiento o gestión de las inversiones.
¿Qué debe comprender el asesor automatizado?
A modo genérico, el sistema informático y las respuestas del test deberán permitir que el robo advisor comprenda a la persona a la que asesora en cuatro aspectos de su vida:
1.- Conocimientos y experiencia:
El objetivo es saber si el cliente entiende el mercado financiero, y en especial los fondos de inversión, algo básico a la hora de invertir en ellos. Deberá analizar algunas cuestiones del tipo:
- ¿Ha invertido alguna vez en fondos de inversión?
- ¿Ha realizado más de 10 operaciones en los últimos tres años?
2.- Emociones acerca de las inversiones:
Es uno de los puntos fundamentales a la hora de tener una estrategia de inversión y tal vez es el más difícil de captar por parte de un robo-advisor. Ya resulta complicado hacer las preguntas clave, pero lo es más que el inversor responda con sinceridad. En algunos casos el desconocimiento de los mercados y en otros el estado de ánimo en el momento de contestar pueden hacer que no se muestre un escenario realista:
- ¿Qué te viene a la mente cuando piensas en «riesgo»?
- ¿Qué harías si tu cartera alcanza unas pérdidas del 10%?
3.- Situación económica:
No solo es importante la cantidad a invertir, sino las perspectivas de ingresos y gastos futuros: tal vez podrá asumir más riesgo quien tenga un contrato indefinido y con una capacidad de ahorro alta que una persona que vaya al límite y pueda ir haciendo aportaciones extraordinarias ante cobros no regulares.
Este tipo de preguntas sí son más fáciles de tratar de forma automatizada:
- ¿Cuánto dinero va a invertir?
- ¿Qué porcentaje de sus ingresos puede ahorrar mensualmente?
- ¿Su modo de vida depende de los rendimientos de estas inversiones?
4.- Horizonte temporal:
Este apartado tiene mucho que ver con el anterior aunque la situación económica no es el único pilar que sustenta el horizonte temporal: un gasto grande presupuestado, finalización de ingresos periódicos o bien las prioridades de una persona acerca del gasto presente versus la inversión para el futuro.
Las preguntas también son fáciles de hacer, sin embargo no lo son tanto las respuestas que pueden oscilar en función del pesimismo u optimismo de una persona acerca de su situación:
- ¿Cuánto tiempo va a mantener la inversión?
- ¿Qué edad tiene?
Una vez contestado los cuestionarios, el roboadvisor tratará las respuestas y diversificará las inversiones de su cliente en base a la coyuntura del mercado y de la situación cultural, emocional, económica y temporal de éste.
Funcionamiento del robo advisor
El siguiente paso puede variar en función de la figura del robo advisor, distinguiéndose dos sistemas diferentes:
1.- Asesoramiento:
El robo advisor, enviará a su cliente una cartera de fondos que éste podrá invertir a través de la entidad financiera que desee. Posteriormente le irá enviando información de esta cartera de forma periódica con la situación y los cambios que se deban realizar, si proceden.
Este tipo de asesoramiento lo realizan las EAFIs (Empresas de Asesoramiento Financiero) y deben estar dadas del alta en CNMV. En España destaca en este tipo de asesoramiento automatizado Feel Capital.
2.- Gestión Discrecional:
El robo advisor no solo se encargará de enviar una cartera de fondos de inversión a su cliente, sino que además ejecutará por él las compras y modificaciones que considere. Para ello, el cliente deberá abrir cuenta en la entidad con la que colabore el robo advisor, o de la que dependa y otorgarle un mandato de gestión discrecional.
Esta función la pueden desarrollar Sociedades o Agencias de Valores, que deben estar también registradas en la CNMV como tales. En España encontramos a Indexa Capital o a Finizens, ésta última todavía pendiente de aprobación por parte de la CNMV.
Asesoramiento automatizado, una nueva forma de recibir consejos expertos que aportan las empresas fintech.