
Los robo advisors son asesores de inversión robotizados o automatizados cuyo objetivo es ofrecer sin intervención humana una cartera de inversión a los ahorradores mediante fondos de inversión y ETFs. Los cálculos o algoritmos utilizados para ello se basan en dos frentes:
El primero es el perfil del cliente obtenido por las respuestas que dan en formularios online como puede ser el test de idoneidad obligatorio por la normativa MiFID a toda empresa que ofrezca un asesoramiento en materia de inversión. En base a las respuestas, el sistema adjudicará a cada inversor el riesgo que puede asumir.
El segundo es la situación del mercado, que servirá definir los fondos de inversión concretos en los que invertirá cada uno de los clientes.



