España, como muchos otros países, está sufriendo la virulencia del Coronavirus (Covid-19), un virus altamente contagioso y con una capacidad de infectar y matar que está poniendo en dificultades a los diferentes sistemas sanitarios del mundo.

En nuestro país esta semana se ha decretado un confinamiento aún más duro que la quincena anterior, prohibiendo los desplazamientos entre semana para ir a trabajar, de las actividades que el Gobierno considera no esenciales.

Primero hay que proteger la vida, después la economía. Una idea fácil de vender, pero una falacia en toda regla: sí la economía va mal, se acaban produciendo más muertes. Por tanto, hay que instrumentar medidas equilibradas que, por una parte, luchen eficazmente contra la propagación de la pandemia y el tratamiento de sus efectos en la salud de los ciudadanos y, por otra, que no destruyan de forma excesiva o irrecuperable el tejido empresarial, la economía familiar y las finanzas públicas. Es el momento de actuar guiado por los mejores técnicos, no de pretender matar moscas (virulentas y letales, ciertamente) a cañonazos. Si aciertan los estudiosos que pronostican una lucha larga contra el virus, hasta que se descubra una vacuna eficaz y se inmunice la población mundial, a más de un año vista, está claro que las medidas de confinamiento deben relajarse y combinarse con medidas más selectivas. El estudio del Imperial College Impact of non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID19 mortality and healthcare demand’ y otros estudios nos servirán de guía para analizar los efectos a largo plazo del Coronavirus en las economías de los países desarrollados. Os invitamos a compartir vuestras dudas e inquietudes con nuestros expertos en el foro Enfintech. La información es una buena medida para combatir el miedo.

Lo que está claro es que mantener confinada a una gran parte de la población un año o más tiempo hasta encontrar una tratamiento o vacuna eficaz no es una opción válida: antes moriríamos, literalmente, de hambre. Lo más lógico será ir movilizando sectores económicos y colectivos de forma gradual. Potenciando al máximo el teletrabajo cuando sea posible y con medidas de protección cuando el trabajo sea presencial. Si los curados demuestran una efectiva protección ante nuevos contagios, lo que depende entre otras cuestiones de la capacidad de mutar del virus, podrán recuperar antes su actividad. Empresas cuya producción sea más valiosa para la economía se activarán antes que los sectores menos imprescindibles.

 Medidas no farmacéuticas

El estudio de Imperial College ‘Impact of non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID19 mortality and healthcare demand‘ analiza una serie de medidas no farmacéuticas (NPIs) para reducir la mortalidad y la saturación del sistema sanitario producidas por el Coronavirus. El estudio considera preciso una combinación de NPIs para luchar efectivamente contra la infección. Dos son las estrategias generales en la lucha:

  1. Mitigar los efectos de la pandemia, aplanando la curva de contagios para evitar un colapso de los hospitales, reduciendo los contagios más que pretendiendo su anulación total.
  2. Estrategias de supresión, tratando de revertir el crecimiento de los contagios y manteniendo de forma indefinida los contagios en valores bajos.

Para los autores del estudio, medidas de mitigación combinadas, como el confinamiento en los hogares de los casos sospechosos, la cuarentena de su familia y distanciamiento social de mayores y colectivos vulnerables, supondrían reducir los picos de demanda sanitaria en 2/3 y las muertes a la mitad. En España supondría aceptar muertes diarias de 200 a 400 personas, si nos basamos en los datos actuales de fallecidos por Coronavirus.

Medidas tendentes a la supresión de los efectos de la epidemia serían la combinación de medidas de distanciamiento social de toda la población, confinamiento de los casos sospechosos y su familia, además del cierre de colegios y universidades. Se podrían abrir ventanas de relajación de las medidas, según vaya evolucionando el virus y los rebotes que esta relajación de las medidas provocará en el número de infectados.

Tabla de infecciones y ratio de letalidad:

Letalidad del Coronavirus

Impacto en el sistema sanitario

Camas UCI precisas según las medidas tomadas:

Capacidad de UCI Covid-19

Si no se toman medidas (línea negra), se sobrepasa la capacidad de camas de cuidados intensivos en menos de un mes. La línea verde supone una estrategia de supresión desde marzo de 2020 hasta octubre. Se frena la saturación de camas UCI pero evidentemente no es una estrategia que se pueda mantener en el tiempo: los costes económicos son inasumibles y la cruva de casos en UCI se dispara al dejar de aplicar estas medidas más radicales. La línea naranja supondría aplicar medidas de contención o mitigación con ventanas de relajación.

El escenario que marca la línea naranja es el que con más probabilidad se aplicará en los próximos meses, hasta que se descubra una vacuna eficaz. ¿Estamos preparados para trabajar en estas condiciones? Deberemos estarlo.