Cuando analizamos las diferentes iniciativas fintech del sector tecnofinanciero surge una interesante cuestión: ¿un banco puede ser una fintech? Y al intentar responder a esta pregunta, casi es automático pensar en ING Direct, una entidad financiera que ya desde sus inicios en España utilizó un lenguaje y forma de hacer negocios diferente a los bancos tradicionales.

ING no es una fintech, de momento

A día de hoy Enfintech no nos atrevemos a calificar a ING de fintech, si bien hay factores que nos hacen pensar que podría serlo, en un futuro no muy lejano. Cuanto menos, podría convertirse en una fintech bancaria, que no es poco.

ING fintech

Entre los factores positivos de ING Direct para llegar a ser una verdadera fintech bancaria podemos considerar:

Su relación con el cliente, que desde sus inicios en nuestro país se ha caracterizado por ser muy transparente, además de darle un mayor protagonismo que otros bancos. No han seguido la política de vender cualquier producto sin tener en consideración al cliente y sus necesidades, al menos no de forma masiva. Una fintech bancaria pone siempre al cliente por delante del sus productos y servicios y los individualiza, tratando los intereses de sus clientes como si fueran los suyos propios. Hay que decir que los clientes de INg, en general, hablan muy bien del banco. Por algo será.

Una relación entre los usuarios y sus servicios financieros «diferente». No han basado su estrategia comercial en llenar las calles de oficinas con personal comercial mal preparado en materia de asesoramiento financiero, sino en la comunicación a distancia con personal formado para estos menesteres. Primero telefónicamente, ahora con herramientas online, también.

Nuevas formas de ofrecer los mismos productos de siempre. Por ejemplo, ING usa un sistema de evaluación de riesgos automatizado muy sofisticado, que les permite ofrecer préstamos e hipotecas a sus clientes, antes de que se los pidan y entreguen documentación alguna.

Nuevos productos y servicios tecnológicos. ING está generando nuevos servicios bancarios, como es el caso de Twyp Cash, una innovadora forma de disponer de nuestro dinero sin acudir a un cajero automático, cuando repostamos gasolina o hacemos la compra.

ING banco

Sin embargo, a ING Direct le queda camino para pasar de banco tradicional, aunque innovador, a banco fintech. Por ejemplo, la tecnología financiera que aplica a productos de inversión es bastante mejorable. Cuando ING sea una fintech, pondrá a disposición de sus clientes asesoramientos automatizados para sus planes de pensiones o fondos de inversión, no solo publicitando menores comisiones que los demás.

Es cierto que ofrece ya productos competitivos, como la Hipoteca Naranja, con unos de los tipos de interés variables más bajos del mercado, actualmente a Euribor + 0,99%. Pero como todos los bancos, no incorpora herramientas tecnológicas relevantes que distingan sus hipotecas de las de os demás bancos. Por otro lado, al vincular la aprobación de la hipoteca en buenas condiciones a la contratación de seguros de vida y hogar, esencialmente vende hipotecas igual que sus competidores menos innovadores.

El banco fintech del futuro

Los bancos fintech, que llegarán a España, se parecerán más a Google o Amazon que al ING de hoy. Además de proporcionar herramientas tecnológicas para facilitar que los clientes se relacionen con sus servicios financieros de una manera más sencilla, inteligente, rápida y barata, pondrán las necesidades de los usuarios por delante de otras variables.

Se generarán nuevos empleos en el sector financiero, orientados a servicios de valor añadido para los clientes y a tecnología. Pero habrá muchos trabajadores actuales que, si no se reciclan, serán expulsados del sector. Una revolución fintech en la banca que ya ha empezado.