Empresario y estatua

Las necesidades de financiación de un emprendedor en un proyecto pueden ser muy diferentes dependiendo de la fase en la que se encuentre su proyecto y el desarrollo del mismo. Es muy normal que a lo largo de la vida del mismo requiera, por ejemplo, diferentes préstamos, que cubran inversiones y gastos a medio y corto plazo, pero todo ello no es posible si no se tienen otros fondos con un retorno mucho más largo, aquellos que conforman el capital y que son la base del patrimonio neto del proyecto y que le confieren la estabilidad financiera necesaria.

Para conseguir y reforzar este tipo de fondos, el crowdfunding también te da la respuesta a través del crowdfunding de capital o equity crowdfunding. Este se basa como los prestamos crowdfunding, o el crowdfunding de recompensa en recibir una compensación económica, pero con unas implicaciones económicas mayores, ya que se intercambia las aportaciones por una parte del capital de la sociedad que le confieren derechos en los futuros beneficios de la sociedad por doble vía. La primera, por un posible reparto de los mismos a través de dividendos. La segunda, y más importante, por la revalorización futura que tenga el proyecto que puede llevar al inversor a conseguir importantes beneficios.

Ventajas para el emprendedor

Como regla general, el inversor tras realizar una aportación de capital inicial y usar otras formas para reforzar la misma como otras aportaciones de socios conocidos (family & friends) o de empresas y sociedades especializadas (incubadoras de proyectos), buscan complementar su capital a través de esta fórmula, qué, entre otros aspectos permiten conseguir fondos sin perder el control de su empresa, ya que estas se basan en pequeñas aportaciones de muchos socios.

Por ello, el crowdfunding de capital, aunque se use fundamentalmente en las primeras fases de negocio no es la fórmula de arranque para conseguir la financiación. Tiene que existir ya un proyecto en marcha con unos cálculos económicos, financieros y de desarrollo de negocios que son los que atraerán el inversor.

A partir de este punto, las ventajas del crowdfunding de capital son claras. En primer lugar, es una vía de financiación económica. Por supuesto, las aportaciones de capital tienen sus costes a la hora de escriturar el mismo, pero son unos costes que se diluyen por el largo plazo y estabilidad de esta inversión. A esto hay que añadir los costes de la plataforma de crowdfunding especializada en conseguir este tipo de aportaciones. Las comisiones no suelen ser muy altas, de alrededor del 5% y que se suelen desembolsar cuando se consigue el objetivo, es decir, cuando se ha alcanzado el capital objetivo y este se ha escriturado. Unos costes que son muy reducidos si tenemos en cuenta lo que habría que desembolsar a cualquier profesional por los servicios económicos y legales necesarios para captar este dinero.

Ventajas para el inversor

El emprendedor gana, pero también el inversor. El crowdfunding de capital es también una forma económica y eficiente de invertir en proyectos en el que se busque conseguir una revalorización económica a largo plazo. Este es un punto esencial. Con este equipo de inversión no se busca como con un préstamo conseguir un beneficio económico instantáneo con una devolución de la cantidad prestada que comienza desde el momento en el que se reciben los fondos a añadir el tipo de interés pactado en la operación. Aquí desconocemos que vamos a recibir y esto serán los futuros dividendos o repartos de beneficios de la sociedad y especialmente la revalorización que consiga la empresa que permita vender la participación invertida a un precio bastante superior de lo invertido.

El problema está en que al igual que el proyecto puede ser un éxito y con ello, multiplicar nuestra aportación, también puede no hacerlo y con ello no recuperar nuestra inversión. Por todo ello, la clave está en diversificar y es donde el crowdfunding de capital nos ofrece grandes ventajas. Las plataformas, en primer lugar, realizan una selección previa de los proyectos y con ello nos presentan aquellos que son viables y con potencial económico de crecimiento. Esta selección, aunque no es una garantía de éxito si es una base para conseguir nuestro objetivo final de revalorización basado en la siguiente premisa, repartir la inversión entre varios proyectos. El crowdfunding de capital es una inversión de riesgo y la mejor forma de reducir el mismo es a través de apostar por diferentes proyectos.

Aspectos clave que tiene que analizar el inversor

Aunque la plataforma de crowdfunding revise y analice los proyectos antes de publicarlos, es muy importante que el inversor analice cada caso. Por ejemplo, podemos encontrarnos un proyecto atractivo pero que ya sea similar a otro en el que hayamos invertido o incluso competencia uno del otro. El principio de diversificación nos llevaría a desechar el mismo. No hace falta que seamos expertos en cada empresa en la que invertimos, pero sí que conozcamos sus aspectos económicos básicos y los de su sector.

También hay que analizar si existen más costes. Por ejemplo, más allá de la comisión que cobra a la empresa, algunas plataformas cobran al inversor si obtiene beneficios por la venta de las acciones de las empresas donde ha invertido. Un aspecto fundamental que debemos tener en cuenta a la hora de elegir que plataforma escoger.

Por último, hay que tener muy en cuenta los derechos que no confiere esta participación entre los que deben figurar los de antidilución, que no haya nuevas ampliaciones de capital que disminuyan la participación de la empresa; acompañamiento, o que si otros inversores venden sus participaciones podamos hacerlo al mismo precio y arrastre, si alguien quiere comprar el 100% de la empresa los inversores principales arrastran al resto para vender todas las participaciones.

Límites y deducciones fiscales en España

Con todo ello no hay que olvidar las limitaciones que existen actualmente a la hora de realizar esta inversión y marcado por la Ley de fomento de financiación empresarial. Esta norma establece que el inversor particular no podrá invertir en más de 3.000 euros por proyecto con un máximo de 10.000 al año, mientras que los profesionales, en cambio, aquellos que ganan más de 50.000 euros al año, no tienen estos límites.

La norma fija topes también para las empresas que buscan financiación a través de esta vía. Estas no podrán solicitar más de dos millones de euros por campaña o cinco si todos los participantes son inversores profesionales.

Las plataformas, por su parte, están bajo la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y deberán tener un seguro de responsabilidad civil y un capital social mínimo de 60.000 euros.

Pero no todo son límites, también hay ventajas. Como norma general, podemos deducirnos por el 20% del capital que han invertido en alguna empresa nueva o de reciente creación que no supere los tres años de vida, un porcentaje que puede ampliarse según la normativa de diferentes comunidades autónomas. La relación entre crowdfunding y Hacienda añade o resta ganancias, según se instrumenten este tipo de operaciones.

Crowdfunding de capital: empresas y pequeños inversores que quieren compartir el potencial de riqueza de un negocio (asumiendo el riesgo de que pueda ir mal).