Entrevista a Pau A. Monserrat #Twecos

El fenómeno #Twecos es una iniciativa promovida por Crédito y Caución para descubrir cuentas en Twitter influyentes en materia económica. Esta semana han entrevistado a un experto de nuestro foro fintech y cofundador de este comparador de fintech, el economista Pau A. Monserrat. En este enlace puedes leer con calma la entrevista sobre nuevas tecnologías, el futuro laboral que nos espera o el papel del seguro de crédito en el funcionamiento empresarial.

Para los lectores que quieran profundizar más en algunas de las respuestas formuladas por el economista, os dejamos una versión ampliada de la entrevista #Twecos.

¿Cuál es el efecto de las nuevas tecnologías en la economía?

Los sectores que incorporan antes los avances tecnológicos son los que ya en su propia actividad manejan de forma habitual la tecnología, sea en el tratamiento y gestión de datos, sea en los procesos productivos. Así el sector financiero o el de la distribución son ejemplos de sectores muy afectados por los avances tecnológicos. La combinación de la revolución tecnológica, los cambios de hábitos de los consumidores y la interconexión de Internet supone una transformación de sectores que parecían vivir un momento de estabilidad y madurez. La revolución tecnológica cambia los modelos de negocios de sectores enteros, que deben estar preparados para adaptarse e incluso anticiparse a ellos. La flexibilidad va a ser clave en estos nuevos tiempos.

Para las empresas la incorporación de las nuevas tecnologías supone una reducción de costes y aumento de la capacidad de producción, además de la posibilidad de individualizar productos y servicios, lo que supone empresas más productivas y eficientes. En todo caso, el factor humano determina hasta qué punto la incorporación de nuevas tecnologías tiene éxito en la empresa, ya que las personas son las que utilizan y adaptan la tecnología a los procesos productivos. De nada sirve un sistema de scoring o análisis de riesgos inteligente de un banco si, al final, los que introducen los datos económicos de los clientes utilizan mal el sistema y los analistas no saben interpretar (o no quieren) adecuadamente el resultado del riesgo valorado.

En cuanto al impacto de las nuevas tecnologías en los clientes, en principio, supone mejores precios, productos y servicios más adaptados a su perfil y de mayor calidad. Pero la clave es si estos avances tecnológicos se aplican en empresas que operan en mercados de competencia más o menos perfecta, o en oligopolios. Y, lamentablemente, las grandes empresas suelen operar como oligopolios, con una capacidad alta de fijar precios y condiciones. En este tipo de mercados, la tecnología impacta de forma muy positiva en la cuenta de resultados empresarial, pero mucho menos en lo precios y calidades de los productos y servicios que ofrecen a los clientes.

La tecnología aplicada a un sector que no opera en mercados competitivos y sin una regulación que proteja adecuadamente a los consumidores puede acabar siendo inocua o incluso nociva para los intereses de los clientes. No olvidemos nunca esta paradoja: más tecnología puede no acabar beneficiando a los consumidores finales.

¿Cuáles han sido los costes más importantes de la crisis para el sector financiero?

Sin duda alguna, el coste que no hay rescate que solvente es el reputacional. El consumidor financiero ya no se fía de los bancos como depositarios y gestores de su dinero. Pocos hablan ya de “su banco” con orgullo. La desconfianza, fruto de unas malas prácticas bancarias que las entidades financieras no han querido erradicar ni han compensado adecuadamente a los afectados, ya es generalizada. Un caldo de cultivo ideal para que un Google, Amazon, Apple o Facebook les coma una parte importante del pastel. Hace unos años nadie hubiera confiado su dinero a un gigante de Internet, antes que a un banco. Ahora sí, y además con ganas.

Esta desconfianza se extiende a otros colectivos, como el de los Jueces, que ya no consideran que el banco siempre tiene la razón, sino más bien lo contrario. En mi actividad como perito de Futur Legal constato día a día el cambio de actitud de la judicatura.

La banca ha dejado de ser un sector que transmite seriedad y seguridad. Algo letal para sus intereses; y para el interés de clientes y sociedad en su conjunto.

¿Qué papel juegan las fintech en las finanzas?

Las tecnofinanzas suponen la aplicación de las nuevas tecnologías al sector financiero. Sin embargo, no debemos confundir tecnología financiera con fintech. Una empresa fintech es una empresa que opera en el sector financiero incorporando en todos sus procesos mejoras tecnológicas, pero esta tecnología debe aplicarse a mejorar el valor añadido de lo que ofrecen. Una empresa que mejora la relación de los consumidores con sus finanzas personales, con la ayuda de tecnología, es una fintech. Una empresa que usa tecnología financiera y no aporta mejoras al cliente, es una empresa financiera que usa tecnología: una mala imitación tecnológica de los bancos.

Ya hay iniciativas que se adelantan a las futuras malas prácticas de estas «imitadoras fintech», como el proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad DER 2017-83321-P sobre «Tutela de consumidores y clientes de servicios Fintech» dirigido por Matilde Cuena Casas, profesora titular de Derecho Civil (acreditada como Catedrática) de la Universidad Complutense, en el que participo.

Estamos viviendo en España un momento de auge de las empresas fintech, pero aún queda un largo camino. Se necesita mucho capital y credibilidad para competir con las entidades financieras tradicionales y, salvo excepciones, las fintech aún son poco conocidas por el público en general. Los bancos invierten en tecnología y en otras empresas fintech, pero su objetivo sigue siendo el de siempre: vender a toda costa. Solo cambiando de verdad la cultura corporativa del sector, algo que no está pasando aún, veremos un beneficio para el cliente en la apuesta tecnológica bancaria.

Si en los próximos años aparece en España un Google Bank, un banco de Amazon, de Apple, de Amazon o de cualquier otro gigante tecnológico, bien operando directamente o con una alianza con otro operador financiero, el panorama cambiará: verdaderamente la innovación bancaria estará al alcance del gran público. Este futuro no es economía ficción, hay muchas probabilidades de que nuevos operadores entren a competir, seguramente primero en determinados nichos, como los créditos o los préstamos hipotecarios, para ir avanzando hacia un banco fintech total.

En la concesión de préstamos hipotecarios, lo que las fintech aportarán es la capacidad de analizar el riesgo de un cliente de forma mucho más precisa que los scorings bancarios actuales, manejando ingentes cantidades de datos que regalamos en la Red, como la actividad en las redes sociales que ahora los bancos no tratan, o lo hacen de forma muy timorata. Esta capacidad de analizar con precisión el riesgo de cada solicitante permitirá ofrecer condiciones financieras diferentes a cada cliente, según su perfil.

Por otro lado, los chantajes que se dan con demasiada frecuencia, “invitando” a los clientes a contratar seguros y otros productos vinculados que no desean y, además, son más caros, para poder obtener el dinero a préstamo, desaparecerán. No está en el ADN de las fintech forzar a los clientes a contratar lo que ni quieren ni les conviene.

La automatización de procesos y la tecnología reducirá la interacción humana a la mínima expresión. Dado que el proceso hipotecario tiene muchas partes y es ciertamente complejo, acudir a un asesor financiero independiente será una necesidad. Queda por ver hasta qué punto este asesor será humano o algoritmos, eso sí. En todo caso el acompañamiento de un experto humano no creo que desaparezca. Mientras haya personas tasando, notarios, gestorías y registradores, se necesitará un profesional humano que nos guíe.

En cuanto al crowdfunding como herramienta de inversión y financiación, creo que va a ir en aumento, si bien aún estamos en un momento inicial. Además, la regulación y supervisión aún no es la ideal. La inversión y financiación mediante crowdfunding tiene mucho futuro. La dependencia casi absoluta de la financiación bancaria dejará paso a nuevas formas de financiación entre particulares y empresas, que complementará el resto de fuentes de crédito.

¿Tenemos la suficiente cultura financiera?

En absoluto. Si ya la cultura financiera básica es muy baja, la cultura tecnofinanciera no existe entre la gran mayoría de clientes. Nuestro proyecto Enfintech.com no solo pretende ser el comparador de referencia a la hora de seleccionar la mejor fintech que encaje con nuestras necesidades y posibilidades, sino que pretende proporcionar esa cultura financiera y tecnofinanciera al usuario. El objetivo es que aprenda a comparar con nosotros, dada la complejidad de las diferentes opciones fintech. Y que pueda solucionar sus dudas con los mejores expertos del sector. En nuestro foro fintech colaboran con nosotros Catedráticos de Organización de Empresas como Joan Ramón Sanchis, Doctores en Derecho como Fernando Zunzunegui, notarios como Francisco Rosales y un nutrido elenco de economistas, abogados, expertos en seguros, en hipotecas y mercados financieros. Algunas de las respuestas acaban siendo referencia sobre el tema, como esta.

¿Cuál es el futuro del empleo?

El futuro del trabajo no es el trabajo por cuenta ajena con un solo pagador. A mis alumnos de Economía Financiera de la UIB les explico que hay que tener mentalidad de empresario de nuestro propio trabajo, seamos funcionarios, empleados o autónomos. Uno ya no puede depender de una sola fuente de ingresos, sino que debe estar preparado para trabajar en diferentes proyectos al mismos tiempo.

Por otro lado, hay que formarse durante toda la vida laboral y estar preparado para los cambios, ya que los modelos de negocio de las empresas cambia a un ritmo muy acelerado.

El seguro de crédito

El seguro de crédito como herramienta global de selección de clientes, seguro ante impagos y gestión de los recobros juega un papel crucial para las empresas. Una empresa no solo tiene que saber vender, tiene que saber cobrar. Y el seguro de crédito es un aliado en esta segunda variable fundamental para la supervivencia y prosperidad empresarial.