El ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad‘ publicado por el Gobierno de España marca las pautas para pasar del actual confinamiento a la nueva normalidad, un nuevo concepto que pretende señalar que el estado de desconfinamiento no será, en absoluto, de libertad total de movimientos y actuaciones. Medidas no farmacéuticas limitaciones inevitables si pretendemos controlar nuevos brotes de infección por Covid-19 que lamentablemente se irán produciendo hasta que se descubra una nueva vacuna, prevista para 2021 como pronto.
En este artículo resumiremos y analizaremos el plan de transición y sus efectos en la economía.
Respecto al proceso de desescalada, dice el documento analizado que » ha de ser gradual, asimétrico, coordinado con las comunidades autónomas, y adaptable a los cambios de orientación necesarios en función de la evolución de los datos epidemiológicos y del impacto de las medidas adoptadas.»
Según la situación de cada territorio
La transición a la nueva normalidad seguirá ritmos distintos según la situación de cada territorio, que se evaluará en base a las siguientes variables:
- Capacidades estratégicas de los territorios: asistencia sanitaria reforzada (capacidad de responder a rebrotes del virus), modelo eficaz y seguro de alerta y vigilancia epidemiológica (sistemas de información de alerta temprana e intermedia), capacidad de detección y control precoz de las fuentes de contagio (agilidad a la hora de identificar y contener las fuentes de contagio, a través del adecuado diagnóstico y el aislamiento) y un refuerzo de las medidas de protección colectiva (disponibilidad y uso de material de protección entre la población general, difusión e implementación de prácticas higiénicas y de distanciamiento social).
- Indicadores de movilidad. La movilidad queda limitada a las posibilidades de minimizar los riesgos y la evolución de la pandemia a nivel regional, nacional e internacional.
- Indicadores económicos. La reactivación económica hacia su nueva normalidad estará regida por los principios de coordinación, prevención, prudencia, proporcionalidad, y seguimiento y monitorización. Dependerá, con carácter previo, de la evolución de los indicadores sanitarios, y se hará en paralelo a la activación de la movilidad personal.
- Indicadores sociales. Costes de la enfermedad y el confinamiento en los diferentes colectivos vulnerables, minimizar la brecha educativa, de oportunidades y compensar la incidencia simétrica de la crisis Covid-19.
Panel de indicadores
Se fijan una serie de indicadores, que serán públicos. El panel de indicadores integral único se recoge en el Anexo I y pretende fijar los parámetros fundamentales para la toma de decisiones de salud pública, movilidad, dimensión social y actividad económica.
Fases y calendario de transición del confinamiento a la nueva normalidad
Las fases y su aplicación concreta se establecen en el Anexo II y el calendario, «sujeto a variaciones que se irán comunicando adecuadamente y no necesariamente será simétrico en todo el territorio nacional», en el Anexo III.
Fases
Fase 0 o de preparación de la desescalada: «Es la situación a fecha de hoy, caracterizada por el establecimiento de medidas de alivio comunes para todo el país una vez doblegada la curva de contagios, permitiendo la movilidad fuera del domicilio, fundamentalmente en el ámbito privado, y medidas con un riesgo asociado de contagio muy bajo o nulo, siempre que se cumplan las indicaciones de seguridad, en base a la responsabilidad y autoprotección de los ciudadanos (actividad deportiva individual sin contacto y paseos, atención de huertos familiares, algunas actividades económicas con control de aforo, etc.). «
Fase I o inicial: «… apertura parcial de actividades, en particular, actividades económicas como pudieran ser la apertura del pequeño comercio con cita previa o servicio en mostrador, restaurantes y cafeterías con entrega para llevar, actividades en el ámbito agrario, actividades deportivas profesionales, alojamientos turísticos sin utilización de zonas comunes y con restricciones, entre otras actividades. «
Fase II o intermedia: apertura parcial de actividades que se mantienen restringidas en la fase I, con limitaciones de aforo, como restaurantes con servicio de mesa y terrazas, zonas comunes de alojamientos turísticos, grandes superficies comerciales, entre otros.
Fase III o avanzada: «apertura de todas las actividades, pero siempre manteniendo las medidas oportunas de seguridad y distancia. Entre las medidas a contemplar en esta fase, la apertura del comercio minorista que no hubiera abierto con anterioridad, con limitación de aforo, bares y discotecas con aforo muy limitado, museos y espectáculos culturales, también con asistencia limitada, etc.»
Nueva normalidad: «Terminan las restricciones sociales y económicas, pero se mantiene la vigilancia epidemiológica, la capacidad reforzada del sistema sanitario y la autoprotección de la ciudadanía.»
Lo que se puede hacer en cada fase, en los campos de trabajo y aspectos personales serían:
Cronograma
El cronograma fijado es el siguiente:
Hacia la nueva normalidad económica
Si nos fijamos en el calendario relacionado con actividades económicas, tenemos:
La estructura de costes de las empresas determinará si tiene sentido empezar a trabajar con restricciones de aforo del 30 al 50% según fases o es preferible esperar a la nueva normalidad. El problema, evidentemente, estriba en que si han de permanecer cerrados hasta el 30 de junio o más, puede que los costes fijos y la falta de ingresos se lleve por delante su vida económica.
En cuanto a empresas que precisan de clientes de otras zonas o países, como los hoteles, evidentemente las fases dedicadas a la movilidad son decisivas. Un hotel no puede abrir si no puede captar clientes de fuera de su territorio. No hay fechas para apertura del espacio aéreo, que dependerá de Europa. Hasta esta fecha, me temo que la gran mayoría de hoteles en España no podrán abrir.
Una situación sanitaria grave y económicamente la peor de nuestra historia reciente, equiparable a las economías en tiempos de guerra. El golpe es duro, pero la salida será más rápida, no hay que reconstruir infraestructuras físicas. Son tiempos de prepararnos, formarnos y concienciarnos para una nueva normalidad. No es tiempo de miedo, es tiempo de lucha. Una batalla que ganaremos, unidos.
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