Pau A. Monserrat, economista experto en finanzas y confundador de este portal fintech ha sido entrevistado por Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN. En esta entrevista sobre el sector fintech se han abordado diversas e importantes cuestiones sobre la situación presente y futura de las finanzas personales y cómo Internet ha revolucionado este complejo mundo.

«La banca culpable» , escrito por Pau A.  Monserrat en 2012 es un libro en el que se explica de manera muy concisa y detallada los motivos que llevaron a España a la tremenda crisis financiera y bancaria de 2008. Entre otros aspectos, la falta de transparencia y de escrupulosidad por parte de muchas entidades bancarias fueron algunos de los factores que Monserrat destaca en su libro. A todo esto hay que añadir, tal y como indica Pau, la falta de cultura financiera por parte de la ciudadanía en general, hecho que no hizo sino agravar la situación. Con una buena cultura financiera, nadie debería sobre endeudarse, y es importante entender por qué.

Nuevos bancos, nuevas finanzas

Tal y como comenta en la entrevista Pau A. Monserrat, las finanzas están en un momento de cambio muy importante, en el que la aparición de multitud de aplicaciones financieras y bancos online está permitiendo al usuario tomar el control de sus finanzas de una manera más accesible e intuitiva. Para los más jóvenes, que han nacido con internet como su libro de cabecera, las finanzas online están totalmente aceptadas y consolidadas. Plataformas de pago a través del móvil o un banco online son conceptos totalmente nativos para buena parte de la población más joven de nuestro país. La verdadera fintech es, en definitiva, una nueva forma de relación con las finanzas.

La educación financiera, el elemento clave

A las grandes ventajas y facilidades de la operatividad online de nuestras finanzas deberíamos sumar la educación y formación financiera y tecnofinanciera. Y no nos estamos refiriendo a convertirnos en grandes y afamados expertos en finanzas, pero sí debemos hacer un esfuerzo en conocer a fondo aquellos productos o servicios financieros que tenemos pensado contratar. También es importante aprender a evaluar con objetividad nuestra capacidad financiera y de solvencia a la hora de realizar una operación financiera, sea una compra o una inversión. De cada vez son más los productos y servicios a los que tenemos acceso desde un teléfono móvil, así que resulta muy prudente intentar aprender lo máximo en cuanto a su funcionamiento, al fin y al cabo es nuestro dinero que está en juego, bien sea porque hemos contratado un seguro de coche o hemos abierto una cuenta en un neobanco (banco con operativa 100 % digital).

Poniendo un ejemplo: de poco nos sirve comprar una excelente cámara fotográfica si no entendemos el funcionamiento de la misma. Con las finanzas, debemos despertar nuestra curiosidad y aprender lo máximo posible, especialmente sobre aquellas que más nos afectan: tarjetas de crédito, hipotecas, planes de pensiones, etcétera.

Nuestra privacidad online, ¿una batalla perdida?

Como bien pregunta Patricia Suárez, ¿somos realmente consciente de la cantidad de información que regalamos cada vez que por ejemplo, nos bajamos una aplicación en el móvil? ¿Y cuando nos pide que nos registremos a través de Facebook?

La respuesta de Pau Monserrat es contundente: No, y no solo es que no seamos conscientes de la cantidad de información que regalamos al darle a la opción de «aceptar» al bajarnos una aplicación, por ejemplo, el problema es que tampoco sabemos a dónde va a parar esta información, ya que normalmente también cedemos el uso y venta de esos datos al aceptar las condiciones. En muchas ocasiones, advierte Pau Monserrat, esta información puede ser usada en contra del provecho del usuario.

El tema del uso de los datos es, tal y como apunta el encabezado, una batalla perdida de antemano. La población en general estamos demasiado acostumbrados a obtener esas aplicaciones “gratis” a cambio de proporcionarle un montón de información sobre nosotros. Lo único que podemos (y debemos hacer) es ser más cautelosos sobre a quién le cedemos nuestros datos. No olvidemos que la información gratuita es uno de los pilares del éxito de internet, así que no hay más remedio que convivir con ello de la manera más cautelosa posible. De todas maneras, es probable que en algún momento se legisle al respecto y se ofrezca más transparencia en este aspecto.

Año 2008, nace el Bitcoin y ahora, LIBRA

En plena crisis económica y bancaria nació el Bitcoin, la famosa criptomoneda que se ha erigido como la portavoz de este fenómeno monetario.

Precisamente en esos años de crisis, una gran parte de la población empezó a mirar a la banca con desconfianza y por ende, al dinero público, de ahí que al surgir Bitcoin tuviera tanta aceptación. El dinero público ya había demostrado su volatilidad y mucha gente vio en esta criptomoneda una alternativa a su operatividad monetaria. Si bien muchos expertos temen el fin del Bictoin en un día no muy lejano…

En cuanto a LIBRA, la moneda que lanzó el año pasado Facebook y que según Patricía Suárez pone en un jaque a los bancos, incluso a los bancos centrales, Pau Monserrat opina que a falta de ver su evolución, es positivo que el ciudadano tengo otras opciones alternativas a la del dinero oficial. El verdadero problema vendría si estas criptomonedas llegasen a tener más poder e influencia que la moneda oficial. En ese caso la sociedad entera se enfrentaría a un reto al que tal vez debamos enfrentarnos dentro de pocos años.

Desaparición del dinero en efectivo, ¿sí o no?

Según Pau Monserrat, el principal problema derivado de la desaparición del dinero en efectivo sería la supuesta pérdida de libertad del ciudadano. En este punto Pau ha hecho una importante puntualización: no es lo mismo la pérdida de la libertad para guardar nuestros ahorros debajo del colchón, que la pérdida de «libertad» para poder realizar cobros o pagos en negro o peor aún, procedente de actividades ilegales como el tráfico de drogas, por ejemplo.

De todos modos, Pau apunta que la desaparición del dinero en efectivo no significa la desaparición del dinero «negro», ya que de hecho, Bitcoin está siendo empleado por algunas personas y organizaciones para ocultar sus operaciones. Y así como se vaya regulando para acotar esta situación lo más probable es que vayan surgiendo otras criptomonedas o formas de pago. En definitiva, el dinero en negro no desaparecerá, solo pasará a ser digital, cosa que ya viene sucediendo. No olvidemos que las operaciones realizadas con Bitcoin pueden ser perfectamente legales si utilizamos los canales adecuados para ello, pero que las formas para evitarlas también están ahí, siendo una operación de muy difícil rastreo para las autoridades.

Las fintech, ¿peligro de burbuja?

Otro de los temas que ha sido tratados en la entrevista ha sido la posibilidad de que bajo la flexibilidad de algunas fintech, se pueda crear otra burbuja al conceder préstamos a personas que no siempre cumplen con los requisitos de estabilidad financiera recomendables.

La falta de capacidad de control sobre los bancos, tanto tradicionales como neobancos, por parte de las instituciones es uno de los principales escollos para evitar que se repita una situación de sobre endeudamiento como la de pasada crisis, siendo éste uno de los temas que el economista Pau A. Monserrat ve más preocupantes.

Como consejo, el experto fintech recomienda, una vez más, la formación financiera como el mejor antídoto ante la contratación de un producto que nos perjudique y que nos pueda llevar a un sobreendeudamiento.