El sector de las tecnologías emergentes englobadas dentro del mundo de las fintech se halla en continua ebullición. La combinación de finanzas y tecnología es un caldo de cultivo increíblemente fértil para que muchas empresas desarrollen productos muy útiles e innovadores. Entre este tipo de empresas hay algunas que están apostando por intentar revolucionar un sector que hace no tanto era impensable que pudiera cambiarse: la banca tradicional. Así la fintech Revolut acaba de conseguir la licencia bancaria europea por el supervisor de Londres y «se implementará en 2019 permitiendo operar y prestar servicio como entidad financiera en toda Europa. Revolut empezará a aceptar depósitos y ofrecer préstamos a comercios y empresas», asegura Revolut a los medios de comunicación. Revolut pasa a ser un neobanco con todas las de la Ley, Europea y con permiso del Brexit.
Desde su fundación en 2015 por Nikolay Storonsky, físico ruso de 34 años, Revolut ha sido una de las grandes herramientas para los usuarios que buscaban el mejor tipo de cambio de divisa para pagar y transferir dinero al extranjero. Esta plataforma ofrece servicios bancarios, respaldados por la ficha bancaria de la británica Lloyds Bank, ya que, hasta ahora no tiene ficha propia. De este modo, a través de una tarjeta, apoyada por una App en nuestro teléfono, esta aplicación se ha convertido en pocos años en el principal apoyo financiero de viajeros de medio mundo.
¿Las razones del éxito de Revolut?
Básicamente porque, sin necesidad de abrir cuenta alguna (aunque también se ofrezca), controlando todo el proceso a través de la aplicación móvil, tendríamos una tarjeta (recargable a través de nuestra tarjeta de nuestro banco tradicional) con la que podríamos:
- Disponer de hasta 200 euros al mes, sin comisiones, casi en cualquier lugar a donde queramos viajar, o su equivalente en la moneda local. Si se sobrepasa, hay un 2% de recargo sobre lo sobrepasado.
- Posibilidad de pagar hasta 6.000 euros mensuales. Si se excede, se aplica un 0,5% de recargo al exceso.
- Todo esto hablando de una aplicación con la que se puede trabajar en 120 divisas al tipo de cambio real.
Con el tiempo, Revolut ha ido añadiendo funcionalidades para ahorrar, tener un control presupuestario o trabajar con criptomonedas. La idea funcionó tan bien que hoy Revolut es uno de los unicornios más codiciados de Reino Unido (casi 2.000 millones en valoración), 3,1 millones de clientes, 100 millones en ingresos, 330 millones en financiación y 600 empleados. En España cuenta con casi más de 150.000 clientes y en abril del año que viene comenzará a operar en EEUU.
El Banco Revolut en Europa
La expansión de esta empresa no parece haber hecho sino comenzar. Este mismo mes Revolut ha recibido la licencia bancaria que le permitirá operar y prestar servicio como entidad financiera en toda Europa, aunque todavía habrán de pasar entre 3 y 6 meses hasta que Revolut comience a implementarla por toda Europa, centrándose primero en los países europeos más pequeños.
Una vez pasado este periodo de implementación, los clientes podrán depositar sus ingresos, que estarán protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos por un importe de hasta 100.000 euros por titular, además de poder ofrecer créditos, tanto a particulares como a empresas, asunto que, de seguir con la política de la empresa de trabajar sin comisiones y con una agilidad pasmosa, puede suponer una dura competencia para la banca tradicional.
Dentro de los planes de la empresa, se anuncia su salto fuera de Europa. Revolut ya ha anunciado que se prepara para aterrizar en EEUU, Canadá, Singapur, Japón, Australia y Nueva Zelanda en el primer trimestre de 2019.
No es extraño, por tanto, que, con una licencia bancaria asegurada, una plataforma de inversión sin comisiones en proceso de ir expandiendo sus productos y mercados internacionales, permita hablar de lo que se podría convertir en el «Amazon de la banca«, según palabras del fundador de la fintech. El cual añade que el mecanismo es sencillo: crear una aplicación a través de la cual, millones de personas puedan administrar de la manera más simple y al menor coste sus finanzas personales.
La principal ventaja que ofrecen es que son bancos nacidos para ofrecer una gran experiencia al cliente, con un alto nivel de personalización en sus productos, tanto en su variedad –al poder ofrecer productos de terceros, como otras fintech– como en su precio, al poder incluir tarifas y comisiones muy reducidas, debido a que su estructura de coste es muy eficiente al no tener sucursales físicas.
El cliente: el beneficiado con el Banco Revolut
Está claro que, en principio, el gran beneficiario de la introducción de estas nuevas empresas tecnológicas en el sector de la banca será, sin duda, el cliente, aunque sólo sea por la llegada de nueva competencia, que impulsará una bajada de precios por los servicios del sector.
Estas entidades apuestan por la transparencia, con términos y condiciones de fácil acceso, así como por un acercamiento al mismo a través de canales digitales. Este último aspecto es algo en lo que la banca tradicional tenía ventaja, menguada en los últimos tiempos con las reducciones de plantilla.
Por otro lado, estas entidades emergentes, apuestan por la flexibilidad y cuentan con herramientas tecnológicas de última generación, por lo que no tienen las trabas de la banca tradicional, con su infraestructura plagada de rigideces, lo cual permite el acceso de pequeños inversores a productos que, por volúmenes mínimos requeridos, no se permite en la banca tradicional.
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